29 de agosto de 2015

La perdida

Uno siente la perdida y se deja llevar por la idea de buscar razones. Ya que las perdidas son así, un nudo que no pudo desatarse, un porque que de alguna u otra forma debe ser explorado minuciosamente por nuestras mentes conspirativas.
Uno siente la perdida y se enrieda en todo ese hilo de sobra que la otra persona parece dejar atrás. Con un nudo en el pasado y con otro en el presente, tendemos a quedarnos estancados buen rato.
Uno siente la perdida y la llora, se culpa a si mismo cuando los recursos ya no permiten descifrar ese código maldito de verdades ajenas. Si solo supiera uno, que a veces la gente se va porque debe irse, o tal vez parten porque nunca estuvieron realmente aquí en un principio.

Uno siente la perdida, y se siente miserablemente solo.
Uno siente la perdida, mas de una vez, y entiende que siempre estará solo.

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