22 de septiembre de 2020

Here comes the sun

Un corte en la lengua, aguda y afilada, se recupera lentamente luego de perder las palabras que tanta falta hacían. 

Este año se ha llevado mi capacidad de contar desde el corazón esa simple existencia y los secretos que guardo adentro solo se acumulan generando malestares innecesarios. 

Luego de un verano sin gloria ni pena, un otoño robado y un invierno de ausencias, como negarle a los creyentes la creencia de que el cambio de estación traerá alguna que otra sorpresa, entre tanta tristeza y monotonía. 

Ya no recuerdo como se siente florecer. 

1 de septiembre de 2020

Prueba y verás

De mis elecciones, nunca me arrepiento. 
Cuesta demasiado ese proceso de la decisión que al finalizar estoy totalmente segura de lo decidido. 
Siempre digo que siempre se lo que quiero; es verdad. Mi mayor virtud y mi peor defecto. 

Siento como si el año pasado hubiera vivido por todo lo que este año no se pudo vivir; sin embargo, comprendo que tantos meses de vapores que causan ceguera, nubes mentales de impaciencia y confusiones constantes que parecían eternas... solo eran otro estadio pasajero. 
Al fin siento los pies en el presente. Es bueno escribirlo, después de tanto tiempo. 

Basta de masticar clichés sin sabor

Saben decir, con eterna reincidencia, que las muchachas del bien
exclaman el nombre de chicos despeinados, enfundados en negro
maleducados por merito propio, guiñando ojos sin darse cuenta
incapaces de sostener mas de dos palabras por mes, calendario
que da vueltas como sabanas viejas, en cuartos desesperados,
residuo de simulacros cuales protocolos conocen con insistencia

Pues todo lo que les contaron es tan cierto como mentira