Lo escuchaste por primera vez, y su conjunto se desliga.
Tal vez lo odiaste, tal vez lo despreciaste, o tal vez simplemente lo ignoraste.
Así que decidiste dejarlo unos meses estacionar, en el rincón mas apartado de tu memoria, pero siempre volviendo tras una curiosidad incierta, de procedencia dudosa.
Y vuelve en los días nublados, y en las noches cálidas de verano.
Llevándote a distintos lugares, abrazándote con sus metáforas, robándose un poco de tu alma. Empezando a crecer dentro tuyo, una por una. Y hasta día de hoy no se detienen.
¿Se detendrán alguna vez?
Espero que no.