Activa

Espíritu de lo real que orbita en mi planeta,
descabellada idea me encuentra despeinada,
nunca preparada para existir otra mañana
y siempre lista para finalmente sonreír
bajo el rayo dorado de otro atardecer.

No puedo perecer entre trivialidades.
No puedo evitar florecer entre climas
adversos, ni intentar dormir otra vez
luego de que estos ojos fueron abiertos
a pura fuerza y esfuerzo.

Hay algo de la vigilia se que percibe,

tristemente solitaria de a momentos

y si embargo es tan necesaria,

para frenar al sufrimiento.

No shame, no pain.

El pasado remoto que antaño repercute como

prueba de que aquellos que carentes de control,

son los que más utilizan herramientas de engaño.

Otra vez desenvuelvo, con claridad todo lo observo.

En dichas personas encuentro cobardía, desintonía,

odio y mucha falta de empatía, así como desprecio.

Pero al final de todo ese tiempo, que no reniego,

ni me arrepiento, yo soy todo lo contrario.

Porque nunca lo fuí y tal vez, nunca lo sea.

Somos lo que molesta e incomoda

pues se escurre de las manos 

de aquellos que no tienen idea, 

de responsabilidad, de amor, 

de ternura y compasión.

Lo único que rompe cualquier cadena. 

Why do we like to hurt so much?

Agua estancada en el medio del desierto,

soledad pegajosa, tejida como telaraña,

llena de moscas atrapadas en desaciertos.

Desempolvan el disfraz de niños buenos

aprovechando las palmadas en la espalda

los aplausos a la distancia, la validación

externa, completa e ignorante de la verdad

que siempre se desentierra, finalmente.

Desenmascara otra personalidad

preparada para querer sin querer.

Sin razón de aquel a quien engaña.

Creemos porque estamos destinados a aprender

las falacias inocentes que nos cuesta reconocer

o no tan inocentes de aquellos que no conocen

otra forma de vincularse.

Mientras ambos existan y todos desistan,

no hay forma de que esta vida se repita.

Una y otra vez.

Somos envases de aquellos que vacíos

solo llenan de desafíos y es esta ruptura

de viejos mecanismos, la salida

a todo lo bueno que esta porvenir. 

Esa canción, otra vez.

Si busco rimas en el diccionario.

No, me alimento del anecdotario.

De contemplar la vida en silencio

observando el amplio espectro,

que nos rodea.

Claro oscuro indefinido y constante

apaga, prende, alumbra, desvanece.

Como las luminaria urbana, la calles

que habitamos, la distancia entre ellas.

Cuál es la división que las limita y cuál

la ausencia que las sujeta firmes,

brillantes, en el firmamento.

Lo que se fue no volverá.

Lo que vuelve nunca es

lo que se fue.