Viceversa

The one who hated to give love
The one who hated to receive it
The one who did not express any feeling.
The one who loved the freshness of the new passions.
The one who laughed at his sins.
The one who let himself be crucified.
The one who let himself be loved.
The one who didn't know how to do it.

Disappoint them with kisses
Cause who says the truth also says the lie
and we love to hear it, do we?
and you love to feel it, do you?
and you love to hear it, right?
and we love to feel it, right?

Let the indifference kill them all.

21

Hay un cierto vació en el ambiente.
Un silencio poco elocuente.
Como si alguien en algún lugar lejano
se esconda y solloce la partida del verano.
Con un atisbo de inocencia.
Sin consuelos presentes.
Sin aires festivos
Sin climas estivos.

¿Podrías sostenerme la cartera?
 Me voy a poner el abrigo.

20

Hay algo extraordinario en lo ordinario.
En lo cotidiano. En lo natural.
Sincronía en la vida.
Patrones. Movimientos.
Se rompen. Se corrompen.
Vuelven a comenzar.
Destrucción.
Creación.
Ciclos.
Y algunas (hermosas) palabras más.


¿Podrías prenderme el cigarrillo?
 Me olvide el fuego otra vez.

Contradicciones.

Si no se que decir no digo nada. Si no se que escuchar no escucho nada.
Si no se que escribir no escribo nada.
Hoy es la excepción.
Una de tantas.

Marzo me inquieta.
Pero me encuentro tan serena.
Old habits die hard.
Pongo aquel disco de The Velvet Underground.
Morfeo me evita igual.
Puedo sentir que me revienta el pecho.
Algo pasa ahí adentro,
que inquieta,
que se mueve,
que se desarma,
que se arma cuando nada tiene sentido.

A veces no reconozco mi reflejo
Sin embargo hoy soy la mejor versión de mi misma.
Quien lo diría.

Belleza americana.

Siento ganas de llorar pero sin tristeza.
Puede que se deba a un buen presentimiento.
Puedo sentir ese aire de cambio de estación.
Como cuando cae aquella lluvia inocente,
casi imperceptible, ligera y translúcida que todo lo refresca.
Mientras en mi corazón tanta nostalgia abstracta todo lo revive.

Recuerdo cuando me interpelaste
¿Por qué sos tan positiva?
y te olvidaste de cruzar el umbral de la puerta.
Hay tanta belleza ahí afuera que a veces me siento abrumada.
No creo que muchos lo entiendan.
Los que lo hacemos tampoco somos mejores por ello.
A veces solo necesito entenderme a mi misma.

Nunca callar al corazón.

Querer gritarle al mundo, fuerte, más fuerte.

No surprises

¿Es cierta la condena de repetir el pasado de nuestros antepasados?
Una genealogía maldita, envenenada por una sociedad marchita, conformada por aquellos que nunca se toman el tiempo para regar los brotes. Siempre desesperados por cosechar aquello que no han plantado.
Hay determinadas elecciones que solo pueden justificarse cuando los sentimientos y las pasiones son la razón digna de todo; la verdadera razón. Sin embargo, también hay breves relatos, un poco trillados, donde el chico promedio se enamora de la chica promedio. Viviendo sus vidas en la ciudad mas aburrida, sin esperanzas, sin amor, sin sueños.
Tan básico, tan vació y al final demasiado trágico.

I can take care of my own back.

No me reviento en ilusiones
no me reinvento en razones

no necesito que me expliquen
como acariciar frívolamente
no preciso que me indiquen
como no enfermar nuevamente
ni que generen necesidades que no acontecen
ni que al corazón más cálido subestimen


Siempre llego a tiempo
incluso cuando llego demasiado temprano
incluso cuando este dos pasos detrás de los demás

Las cosas que callamos.

Y otras observaciones.

En alguna plaza de esta ciudad un grupo de amigos se junta a tomar unas cervezas. Todos conversan un poquito extasiados entre el calor y la alegría de distenderse de un día laboral. Sin embargo detrás de tantas risas acartonadas entre burbujas de bebida fermentada, se encuentran, mas quebrados por dentro que por fuera. Uno de ellos se detiene a observar al resto, como si guardara en su cabeza una instantánea del asunto, pues en el fondo sabe que probablemente no sea así por siempre.

En alguna parada de esta ciudad una pareja espera que pase el colectivo. Ya acostumbrados a la magia de que los silencios no sean incómodos entre ambos, callan y reticentes conversan con sus consciencias. Ella, un poquito mas bajita que él, aprovecha su ausencia y lo observa con ternura pensando tal vez que la fortuna esta de su lado; esta vez. Él presiente su mirada y le regala una sonrisa despreocupada para disipar cualquier posible sospecha, pero vuelve inmediatamente a contemplar la nada pensando que tal vez ya no la ama como antes.

En alguna esquina de esta ciudad un joven esta parado, estático, mientras la gente continua caminando a pasos acelerados y danzando a su alrededor. Para éste el mundo se encuentra congelado mientras observa fijamente como se aleja la chica que acaba de dejarlo y reflexiona sobre todo lo que pudiera haber dicho, antes y ahora, para cambiar aquella situación. De pronto baja su mirada cuando un niño distraído se tropieza con él, para luego perderla a ella en la distancia.

En algún cuarto de esta ciudad una muchacha observa el celular con ansiedad. La luz de la pantalla es lo único que ilumina, con su luz fría, la habitación. Sus dedos tiemblan ante la idea de mandar un mensaje. Que hacer, que decir, que responder, cuanto tiempo debe esperar. No evoca en que momento algo tan simple se volvió tan complejo. Jugar ese juego que todos saben. Así analiza un millón de probabilidades, pero cuando advierte la pequeña frase en linea su mente vuelve a cero y no envía nada.
Mañana, seguramente.