El nuevo fuego.

Se encuentra desgarrada de desdicha y empieza una combustión interna, un incendio de su consciencia cada vez que alguien desaparece. Entonces aquello que quiere escuchar no sale de la boca de nadie, y aquello que no quiere oír es como un huracán que arrasa con todo.

Es mas fácil correr lejos pero esta ciudad no es lo suficientemente grande. Escapa de las voces elocuentes y procede a borrar cada momento que valga la pena, porque lo nuevo siempre brilla mas y es mas excitante. 

Pero todo pierde su brillo a la larga.

Dime, ¿cuanto has dejado atrás?, ¿a cuantos has consumido con tu fuego?.

I'll be your mirror.

El camino a casa se volvió mas extenso, mas triste, y aquella jaula que tanto me retuvo ya no es una jaula. De pronto no siento la necesidad de escapar a mejor rumbo. He incluso cuando en algún punto siempre sueñe despierta con dejar atrás tanta tierra marchita, me encuentro volviendo a la merced de mis recuerdos. A la rivera del rió mas dulce, de la ciudad mas triste, del pájaro que siempre sera pájaro, y de la tierra que siempre sera tierra. 

Ya me domesticaron y no puedo parar mi canto. 

¿Es demasiado temprano para hacer afirmaciones?

No si vieras lo que yo veo. 

& other shits

Supongo que en algún punto todos somos culpables por poner un ladrillo que construya un camino en cierta dirección.
Acción y reacción.

Up all night

No logro comprender del todo como esto se desarrollo y encontro un lugar para aferrarse muy dentro mio. Llegado el punto en que se vuelve indispensable, en las noches, cuando las sombras nos apagan.
Que nunca pare esta llovizna ligera.
Y yo tal vez nunca deje de sonreir.

Numeros impares

Las agujas del reloj vuelven a correr cuando las estaciones se acomodan y las noches nos envuelven en su cálido manto.
El año llega a su fin en un suspiro y se me revuelve el cerebro porque no puedo parar de pensar en todas las cosas que me quito y todas las que me dio. Es como si mi cabeza decidiera trabajar al doble de velocidad y mi cuerpo no pudiera seguirle el ritmo.
El poner todo en perspectiva, una y otra vez. Un chiste interno, una tradición que oculta tal vez mi necesidad de dejar ir ciertas cosas cuando el corazón ya se encuentra agotado.
Muy agotado.
Porque las personas son así, se van y a veces no vuelven. Y uno no puede hacer demasiado al respecto.

Dormir es para los debiles, o al menos eso dicen.

Me roban la noche, mis ideas, me beben de a sorbos y me absorven de a poquito.
Y justo en el momento en que casi logro conciliar mi sueño, llegan los recuerdos y me exprimen sin piedad el alma.
Que dificil la vida del ser nostalgico.

Una bocanada de aire fresco, entre tanto humo de la ciudad.

No es la ciudad en su totalidad, no son los extremos que la conforman, ni las calles que la delimitan.
Son los recuerdos que habitan en ella, sus historias, sus anécdotas.
Su gente.
¿Podes imaginártelo?

Yo no olvido.