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Este no fue un año de palabras, pero si de mirarse por dentro, como un espejo interno que no se puede evitar. El peso de la soledad es algo que a nadie le deseo, pero me llevó a entender que perdonar es lo mas importante, sobre todo cuando implica perdonarse a uno mismo.

Cuando se elimina esa carga las cosas comienzan a mejorar. Lentas pero seguro. Aquellas cosas que no viste cegada por el dolor, destellan como las estrellas a las que tantos deseos les pediste. Música, amigos, sororidad, vínculos, aire libre, ciudad, abrazos.

La vida es hermosa y deseo que todos mis seres queridos puedan verla así también. 

Love is the greatest thing.

Quién diría

Hay momentos en los que me encuentro solitaria, contemplando la blancura del firmamento, entre paredes de concreto cálidas y techos, donde los gatos cantan cantos de guerra. 

A diario intento no caer en un espiral de tormentas. Ha sido más sencillo desde que tu figura se volvió tangente y desde que se revolvió algo mío por dentro. Un suspiro oculto y una ternura perdida, con la cual no hubiera imaginado reencontrarme.

Si me encuentro embebida en dulzura luego de tantos caminos fríos de tundra, no voy a tener miedo de caer en un brazos.

No tengan miedo. Déjense querer.

Trescientos setenta y tres

No se precisan explicaciones

solo se observan constelaciones

¿más bello que esta singularidad?

estamos listos para dejar lejos

cualquier velo de pena y duelo

cualquier idea impuesta

de lo que nos merecemos

en falta y en demasía

descansamos de la desgracia cuando

las estrellas forman nuestras figuras

determinada y rebosada de sonrisas 

dulce y siempre repleto de energía

si pudiera deducir que somos similares

más de lo que se aparenta o se deshace

podría intentar definir esta confluencia

pese a que fracasemos pues es absurdo

en absoluto racionalizar este corazón

que sé agita siempre en su presencia