27 de junio de 2012

Volví a recordar porque en algún momento me di cuenta que no te necesitaba y la razón por la que había tomado cierta distancia. Hay cosas que nunca cambian.

26 de junio de 2012

Reality Bites

Es lindo escribir sobre el tiempo, aquellos momentos doraros, aquel pasado fortuito. A veces tengo flashes de mi infancia, sonrió por dentro, y agradezco ser la acreedora de una niñez catalogada como normal. El mas preciado tesoro de aquellos que no superan los diez años es su característica inocencia y esa capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas. No quiero darme el lujo de afirmar que los jóvenes y los adultos no somos capaces de hacerlo, no estoy tratando de generalizar, pero aquellas cosas que forman parte de nuestra vida cotidiana pueden llegar a pesar mas que el simple volar de una mariposa.
Hace unos años me encontraba disfrutando de la peculiar curiosidad que forma parte de mi. Subia a mi terraza todos los días a la misma hora para contemplar el atardecer, hasta que esta se sumía en el comienzo de la noche, y los murciélagos sobrevolaban la casa de al lado. Cual principito deseaba correr mi silla para que todo este ritual durara unos segundos mas, y el sol no se me escapara de las manos. Entonces al caer la noche observaba las estrellas del cielo, y me imaginaba como lucia el planeta desde tan lejos, un diminuto puntito azul.
La brisa que mecía las hojas de los arboles, el frio viento de invierno, los alguaciles en verano, el vació de la pilelinda en otoño. Una vez fui aquella niña ingenua que se alegraba con el sol de los domingos, que soñaba con estudiar sobre planetas, que observaba cada atardecer con nostalgia, que escribía pequeños poemas en su terraza.
 Y el tiempo paso, acá estoy ahora... solo subo a mi terraza para fumarme un cigarrillo y escuchar algo de música. Hay cosas que uno deja atrás cuando crece o madura, como aquellos juguetes que ya no usamos y ocupan espacio en un viejo altillo.
 Me encanta el lugar donde me encuentro ahora, las cosas que hago, que digo, que siento, pero siempre voy a extrañar a esa pequeña Gabi, aunque ella se encuentre ocupando un espacio en alguna parte de mi cabeza. 

25 de junio de 2012

¿Sera que alguien podrá responder a todas mis preguntas?


No tengo miedo de trasmitir lo que siento a través del teclado de mi computadora. No me da pudor, ni vergüenza. Estas palabras virtuales son lo que fui y lo que soy ahora. Ingenua, inexperta, pendeja.
No me da miedo hacer afirmaciones, establecer valores, a todo lo que me sucede. No me interesa cuan estúpido todo esto parezca, solo quiero aprender de mis errores.
Solo quiero intentar comprender todo lo que me rodea. Aprender y conocer es tener el poder de cambiar lo que yo quiera. A veces solo quiero tener el control de todo, tener todas la respuestas.
Aceptar la condición de uno es la clave del cambio.

Estoy empezando a creer que solo yo puedo conseguir una respuesta. 


19 de junio de 2012

¿La verdad no se porque no podes ser mas normal? - me dijo.
La verdad no se porque no me podes aceptar así - le dije yo - con el pelo mal teñido y la ropa con la que me visto.
Vas a tener una hija anormal - pensé - porque ser normal es aburrido. 

16 de junio de 2012

El sol brilla incadecente y resplandece sobre su pelo, maltratado por la tintura mes a mes. Su rostro es iluminado por una sonrisa boba y una mirada perdida en el horizonte de sus pensamientos, sus oídos se llenan de agradables voces que la hacen bailar de por dentro, aunque ella solo camina con despreocupación.
Agacha la cabeza, enciende un cigarrillo y le da una pitada, luergo mira el cielo celeste. Algunas nubes empezaban a juntarse mas alla de los edificios. Le da otra pitada al cigarrillo.
Rosario se ve tan linda con música de fondo.

11 de junio de 2012

La mente traiciona hasta la persona mas cuerda.

"Ya vendrán tiempos mejores, ya vas a ver" se repitió, hasta el cansancio. La rutina es solamente eso, puede romperse cuando sea necesario, "entonces no dejes que lo bueno se vuelva rutina, se convierta en algo malo".
Tiene miedo al fracaso, lo admite. Miedo a estar atada para siempre a un lugar donde no existe, donde no se siente... ella misma. Y todas aquellas cosas simples que la hacían sonreír se convierten en vías de escape a los problemas que no quiere enfrentar, que ya no duelen, que solo se volvieron... rutina.