31 de diciembre de 2022

Elijo creer 💫

Pero. 
Que. 
Año.
Así resumido con puntos y pausas y sin embargo tan extenso en su sentir.

Seres de luz:
Dosificada con atisbos de luz, obligada soledad, siempre a la espera de la lluvia. La introspección como mecanismo de defenza para llegar a la realización de que llego la hora de dejarme empapar por la paz de saber que todo va a estar bien.

Volver a mi lugar:
Tonos calidos en ambientes fríos, destando nudos propios a la inversa de lo esperado. Volver a aquello que no me limita, que no me desprecia, que no me irrita. Aquello que me hace ser yo misma. La verdad siempre nos libera.

En madrugadas:
Haz un deseo, habla con una amiga, afirma que el corazón siempre verde, siempre preparado esta para sorprenderse nuevamente. De pronto el frío ya no es sinónimo de tristezas. La metamorfosis de inseguridades se mezclan con seguridades. Las palabras que enunciaste como propio consuelo pueden volverse realidad, casi sin planearlo.

Elijo creer:
Se enciende el deseo y es imposible apagarlo. emerge seguro y despiadado. Cocina el alma. La prepara para ser consumida y realizada. Cuando nos damos cuenta del poder de elegir creer, de crear nuestra existencia, de moldear nuestras tristezas en nuevas enseñanzas, de darnos cuenta que podemos ser felices después de tanto tiempo.
Lo merecemos todo, vivir todo. Lo bueno, lo malo, lo tibio, lo mundano.
Lo necesario para seguir soñando que lo que esta por venir es siempre mejor.


12 de diciembre de 2022

Eufonia

Escondo vocablos en recovecos
aguardando el momento preciso
para espantar todos estos miedos.

Para decir la relevancia que posee
tu figura, cada vez que la observo
timidamente, trasmitiendo paz
con su tranquila y calida existencia.

Eliminando cualquier emergencia
momentanea, robando suspiros
con o sin consciencia, coloreando
mi paciencia y provocando
de manera efectiva y simple
que otra sonrisa escape
de mis labios.

El amanecer también puede ser
el final de un día, si me relagás
otro atardecer la distancia se afina.