28 de febrero de 2013

Sing me a sad song.

Estaba sentada en un banco de una plaza. Le gustaba ver a la gente pasar, observar sus expresiones, imaginarse un sin fin de historias que luego puedan llegar a cruzarse en esta ciudad. Le fascinaba eso de que su ciudad fuera un pañuelo, y le obsesionaban las casa viejas; sus historias. Cuando dejaba de flotar en los mares de su imaginación se cuestionaba preguntas sobre si misma, y trataba de contestárselas de la mejor manera posible.
Nunca le decía esto a nadie. Sus familia no lo entendía, como nunca la entendían a ella en general y nunca habían tratado de hacerlo. Sus amigos no lo entendían, la querían, la escuchaban, pero no lo hacían. No podía quejarse y no quería, simplemente no pretendía hacerlo.
Estaba sentada cuando todo se vino abajo y a modo de una carta dijo:

Querida amiga:
Necesito que me hagas una promesa, de esas que no se rompen...
A veces, aunque no sea cierto, me encuentro entre la espada y la pared de lo que yo quiero ser y lo que ellos quieren que yo sea. No puedo evitar derramar mis lagrimas al sentir que nada me sale bien o que nada parece complacer a nadie, ni siquiera a mi misma. No es que quiera andar besandole los pies a todo el mundo, pero siempre fui una de esas personas que necesitan que alguien las guié de una u otra manera. Entonces de pronto cuando me encuentro ajena al lugar donde habito, ajena a aquellas personas con las que comparto sangre, y ajena a la realidad que me rodea, estas vos para recordarme que no soy aquel sujeto inservible como todos parecen pensar. Y cuando pasa mucho tiempo sin que nadie me diga que me quiere, ahí estas vos para hacerme saber que poseo la capacidad de general algo en las personas. De alguna forma todos aquellos pensamientos se van, todos los que parecían estar en lo cierto ahora están equivocados y yo respiro tranquila ante adquirir el conocimiento de que una persona piensa actualmente que estoy encaminada en el extraño mundo en que vivimos.
Por eso te pido (y aunque sea muy egoísta de mi parte) que no te vayas de mi lado.
Prometemelo.
Cántame una canción triste, y capas yo cante para alegrarnos.

26 de febrero de 2013

Otro día en el paraíso.

Ella estaba parada en la cocina a la espera incierta de algo incierto. Estaba de brazos cruzados mirando a sus animales alimentarse. Yo desde la silla observaba con una duda, un poco irritada, e imaginándome ideas de como su cara se transformaba en todas sus penas, y como en el fondo ella atravesaba una crisis de esas existenciales que hacia su vida mas desdichada día a día. Eso me hacia sentir mejor. Ese era mi mayor pecado.
Escupí la pregunta sin pensarlo, una pregunta sencilla que merecía una respuesta corta, pero nunca respondió. Solo observaba a los animales que ya habían terminado de ingerir su comida. Volví a preguntar, esta vez re formulando las palabras; la respuesta brillaba por su ausencia. Hasta que de pronto escuche la puerta de entrada abrirse, la de la cocina cerrarse, y comprendí porque ella estaba parada esperando.
Esperando para consolar los llantos de la niña que había tenido un mal día.
Ese era su papel estelar. Un papel que nunca había representado para mi.
Y yo escuchaba desde la silla, sentada, pensando.

A veces me gustaría gritar lo mucho que me duele.
A veces me gustaría que sepas cuanto mal me haces.

22 de febrero de 2013

Mas común de lo que te crees. Mas rara de lo que te creen.

Buscas una excusa para derramar lagrimas sin sentido, o capas solo buscas una excusa para mojar el papel sin leer entre lineas. Un contrato de tu persona con vos misma; aquella que sabe muy en el fondo de que va todo esto.
Dejando de tomarte a la gente enserio, tu nueva medicina, encontras la satisfacción de sentirte renovada y hasta un poco diferente. Sin embargo sabes que cuando queres sos una actriz de buen nivel; aquella que sabe muy en el fondo de que va todo esto.
Y como si aceptarse, encontrarse, madurar fueran tus mayores logros, sos un poco mas dura y fría de lo que negas, y un poco mas sensible y frágil de lo que admitís. Y si darle otra vuelta al asunto no te es suficiente, de vez en cuando abrís viejas cajas de pandora bajo un efecto contraproducente solo para recordar que en el fondo seguís teniendo miedo a lo mismo de siempre.
Pero sos la única que muy en el fondo sabe... de que va todo esto.

21 de febrero de 2013

I ain't wasting no more time
Gracias Julian por escribir cosas tan básicas y que encajan con mi vida a la perfección. 

16 de febrero de 2013


No voy a hacer afirmaciones, porque no las necesito. 
Quiero que juegues a la psicológica conmigo. Y en el caso contrario, no me digas lo que tengo que hacer, no esperes nada a cambio.
Creí que no sabia lo que quería pero esta muy claro. 
El verano esta terminando y no necesito absolver mis pecados. 

4 de febrero de 2013

Viviendo el hoy y apostando al futuro.
Mi receta mágica y (no tan) secreta personal.

The future is unwritten.

Porque podes ser lo que quieras ser.
Y nadie nunca lo pudo decir mejor...

La respuesta.

E escuchado por ahí entre susurros que todos nos preguntamos la misma cosa.
Aquella pregunta del ser humano corriente en un universo trasparente.
La duda existencial.
La respuesta recurrente.

Encantada de mirar atrás y recodar con desconcierto lo que en el fondo ya sabia.
No hace un año o mas contestando diferente.
Yo no quiero ser la musa de nadie, ni inspirar versos elocuentes.

E encontrado la satisfacción de convertirme en la voz de la razón.
Un sendero un poco estrecho entre mis pensamientos.
Ser mi conciencia. Tomar las riendas.
Percatarme de mi lugar en este planeta.
Sonreír y escribir un par de poemas.
Cambiar, no al mundo, sino a lo que me rodea.
Llegar al corazón de los que se encuentran a mi alrededor.
Escribir una canción.
Vivir el hoy.

Porque yo no quiero ser la musa de nadie, ni inspirar versos de amor.
Solo quiero cambiar roles en esta estación.
Y encontrar alguien que sea mi inspiración.

Porque no nací para quedarme sentada cumpliendo promesas.

1 de febrero de 2013

Bienvenido a la realidad.

La gracia la pierde y la ignora. La costumbre de caminar las mismas calles, tomar los mismos colectivos; de ir al mismo lugar.
Las primeras risas embotelladas en desconocidas personas te abren las puertas de un mundo superficial lleno de sorpresas y sustancias; destrozando cada idea cuadrada de esta ciudad.
Y lo hiciste una vez, dos, luego tres.
Pero todo lo por lo que alguna vez cediste, es ahora otra anécdota estrellada en el camino, enterrada en el olvido; y todas las piezas que moviste están demasiado lejos de los rojos senderos que alguna vez, entre medias rasgadas y maquillajes corridos, recorriste igual de superficial.

Y lo hiciste una vez, dos, luego tres... y a la cuarta no daba para mas.