17 de junio de 2021

Everything has changed

Desaparecí unos meses, ensimismada en esta fantasía que es la realidad. Dormimos tanto algunas veces, que olvidamos el repiqueteo humano de andar hurgando espacios de creatividad.
Todo a cambiado, tantas veces, para bien o para mal. Y en mi entorno un borrón y cuenta nueva, es al final, la mejor manera de volver a poner en palabras mi sentir.

Casi tan complejo como mover lo físico de un lugar a otro y tan intenso como llevar el alma a una nueva posición. Esta se dinamita, a la izquierda de una terraza. Guiada por la estrella de Berlín, las cortinas se cierran y la luna se agrieta. No hay ritual que valga. 
El llamado de alguien para amar, los sonidos de décadas pasadas, la ropa impecable de segunda mano, algún libro de antaño, los simulacros de muerte ejecutados en la misma cama; en que lloramos y tantas veces soñamos poder volar.

Tan cerca y tan lejos de absolutamente todas las posibilidades posibles.
Hoy el río me llama, allá por el sur y no puedo evitar pensar en la nostalgia que evoca sus ritmos. Bajos, profundos, mundanos y taciturnos.

El frío nos propone nuevas aventuras.