¡Ay, ay, ay!, otro año mas, y que año. A esta altura, hoy 31, me doy cuenta que aquellas piñas que me dio el 2011 no se comparan con la cantidad de momentos lindos, con amigos, risas, alcohol, parques y música que viví.
Todas esas cosas que el dosmildiez me trajo en su momento crecieron y se desarrollaron en estos 12 meses. Aquel instrumento que tanto espere. La chance de salir a los lugares en los que realmente soy yo. Aquellas personas que hicieron que mis fines de semana y en especial los viernes sean lo que fueron. Aquellas bandas que conocí este año, esas que me hicieron volver a sentir esas ganas de tocar y de crecer. Aquellos amigos que me bancaron en las peores, aquellos que se alejaron, aquellos que se acercaron después de tanto tiempo y aquellos que conocí un poco mas. Y por sobre todas las cosas, aquellos golpes necesarios para aprender un poco mas como es todo esto de vivir.
Que el 2012 sea... lo tenga que ser.
Que el 2012 sea... lo tenga que ser.