22 de septiembre de 2020

Here comes the sun

Un corte en la lengua, aguda y afilada, se recupera lentamente luego de perder las palabras que tanta falta hacían. 

Este año se ha llevado mi capacidad de contar desde el corazón esa simple existencia y los secretos que guardo adentro solo se acumulan generando malestares innecesarios. 

Luego de un verano sin gloria ni pena, un otoño robado y un invierno de ausencias, como negarle a los creyentes la creencia de que el cambio de estación traerá alguna que otra sorpresa, entre tanta tristeza y monotonía. 

Ya no recuerdo como se siente florecer. 

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