20 de agosto de 2011

Sin arrepentimientos


Creo que los viajes nos ponen a todos un poco melancólicos, ya sea por el simple hecho de estar lejos de todo eso a lo que estamos acostumbrados, o por extrañar a aquellas personas que hacen nuestro día a día. Creo que los viajes sirven de aprendizaje (mas allá de que Bariloche no sea un viaje educativo... para nada), porque toda experiencia en si es un aprendizaje.
Y acá estoy... de vuelta en la ciudad que nací y que tanto quiero, sin arrepentimientos de haber hecho este viaje, que a pesar de no ser lo que yo esperaba, termino siendo inolvidable.



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