Después de incontables faltas, vacaciones y un viaje de estudio, la mayoría de los adolescentes normales dirían que no quieren volver a pisar la escuela ni por que los parta un rayo. Pero yo soy el caso anómalo que desea volver a la rutina solo por el simple de romperla, de tener algo que hacer, de acostumbrarme a lo que se viene y de recuperar un poquito de la vida que tengo acá en rosario.
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