Me despierto ante la incertidumbre de un sueño maldito, y estas cuatro paredes me observan mientras me desentiendo de mi mundo onirico y me entiendo con la realidad. ¿Cual es el remedio para tanta ansiedad persistente?.
Otras epocas eran aquellas en las que encontraba consuelo entre tanta copa y veneno, entre noches embrujadas y fortuna escurridiza. Entre risas endiabladas y llantos inocentes.
Ahora mi cuerpo se deshace, se rehace, entre tantas vueltas y la calma hace doler a mis oidos. ¿Como silencio al silencio?
No puedo parar de contar los minutos para tu llegada.
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