6 de octubre de 2015

El viejo fuego.

Abrió su boca de gélido aliento, y comenzó a recitar sus oraciones una vez mas. Se ubico al lado del fuego, para que este lo consumiera por dentro, lentamente, pero de forma pareja. En sus manos sostenía una bebida que parecía enfriarlo mas de lo que ya se encontraba.
Empezó a escribir sobre épocas doradas, donde los nombres solo eran eso, nombres vacíos que alguna vez iluminaron su alma; participes de anécdotas tan insignificantes como su propia existencia. Y trato de recordar cuando fue la ultima vez que cerro una puerta, pero no lo logro. 
¿Por que de alguna forma siempre terminamos siendo solo nombres en algún recuerdo?. No pudo responder a tal incógnita, pues el calor ya había hecho su trabajo. 
Y el también se convirtió en un nombre vació.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario