30 de octubre de 2015

Cuartos vacíos.

Se despertó una semana después de que las luces se habían apagado. Como si tanta oscuridad la hubiera sometido a dejar su mente en blanco, por mas contradictorio que sonara.
Todo comenzó el día que decidió aceptar que un cuarto vació no era un mal lugar para que sus ideas reposaran. Armo una valija llena de valor para dejar atrás todo eso que lentamente le estaba congelando el alma, y luego de unas largas semanas carentes de sueño pudo tomarse aquel tren que pensó que nunca llegaría. Justo en el momento exacto que se encontraba programado dicho apagón.
Y en sus pensamientos previos a los hechos ella pensó que largas tormentas iban a inundar su nuevo hogar.

Que tonta idea.
Pues nunca llovió.
Ni una sola gota.

Se despertó una semana después de que las luces se habían apagado y supo, que había tomado la decisión correcta.


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