30 de abril de 2015

Not tonight, my love.

He visto los fantasmas recorrer una y otra vez las mismas calles de esta triste ciudad. ¿Podes verlos vos también?. Se esconden en la forma en que la luminaria urbana incide en los objetos y en la forma en la que el piso húmedo los refleja. Se esconden en el olor a lluvia de la tarde, en como esta se convierte en noche, en el movimiento de su gente, en sus pisadas, en sus ruidos, en sus palabras. Se esconden en su tiempo, en su recuerdo, en su gloria y en su desdicha. 
Se esconden, pero no de mi.
Me han otorgado el don de verlos, pero no con mis ojos, si no con mi corazón. Me han regalado sus vidas por un momento. Un estado de trance, tan aislado de la realidad, pero a su vez el mas acertado al describirla. 

¿Entonces por que se siente así? 

Justo aquel instante en que el aire se vuelve denso, y el tiempo no parece correr.
Hacia tanto que no se sentía así.
Es como cuando la tormenta esta a punto de desatarse. 
Sin motivos. 
Y de pronto se me estruje el alma, y nada parece tener sentido.
Justo aquel instante en que todo parece estar bien.
Y yo sigo sin entender porque.
Pero no quiero sentirme así.
Nunca.


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