24 de diciembre de 2019

Don't be like that

Nos acurrucamos en el amparo de aquellos que leen nuestros versos, velan por nuestras penas, sostienen nuestras palabras, se las apropian de vez en cuando y recargan cada fibra de nuestros cuerpos en el momento en que inocentemente nos roban unas risas.

Sin embargo los individuos en los cuales nos apoyamos pueden ser la fuente de dolores que abrasivos hieren hasta el órgano central mas fuerte de cualquier sujeto, tanto así que nos cuesta recordar la debilidad divina que nos atraviesa cuando bajamos la guardia ante aquel que decide enunciar su opinión y tal vez sin darse cuenta juzgarnos produciendo mas dolor que cualquier desconocido con el que nos hayamos cruzado en esta tierra.

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