31 de diciembre de 2019

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Si no me amparo en mis caprichos, ni me reparo en justificar la injusticia, me levanto admirando con una sonrisa lo que veo en el espejo y me alegro de todo aquello que he aprendido del reflejo en un otro estupefacto en su ignorancia sobre el hecho. Me he encontrado con rostros bellos en el camino, en su mayoría ingratos, pero algunos iluminados en la fragilidad de su existencia. Ojalá encuentren la paz interna que tanto se merecen, sin sufrir tantas penas; mis niños del rincón.

Con un corazón fuerte que se refrezca en vasos de empatía. Llora de alegría y rie de tristeza. En un despetar espiritual que no condena religiones, ni ciencia, ni considera única verdad a cualquier afirmación propia en detrimiento de cualquier otra cosa; me abro a un mundo que es de todos y en el que claramente no existo sola. Pequeño gran detalle como dejar atrás la adolescencia.

Si hace 10 años encendia mi televisor y conocía esa canción que lo cambiaria todo, hoy me ahogo de placer en las infinitas posibilidades. Música y arte como todo lo que esta bien en esta vida. Period.

El futuro esta aquí y el futuro esta allá.
Se quien soy y que quiero, mañana voy a salir a patear un par de calles para conseguirlo, igual que todos los días.


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