No se como sentirme respecto a las ultimas semanas
pero no dejo de pensar en aquellas hermosas almas,
que ahora cercanas, cruzaron mi camino
y todo el dolor que padecemos y padecimos
reformulado como simples vivencias
como nuevas experiencias, como heridas
que cicatrizan a medias, como medidas de fuerza
para mantenerse vivo.
¿Qué hago con mis vidas pasadas?
Golpes y palabras que encapsulan secuencias marchitas.
Recuerdos que riego hoy mas que nunca para replantearme
que es lo correcto, que es lo incorrecto, que hay que evitar
a toda costa.
¿Qué hago con todo este sufrimiento innecesario?
Si no puedo dar vuelta el reloj, ni cambiar lo asentado.
Cuando tengo malos presentimientos
quiero abrazarlos a cada uno de ellos.
Explicarles si es necesario, lo indispensable de su existencia
para mi persona, lo bellos que son cada vez que los admiro
con mas frecuencia y con indulgencia comprendo
la gracia de sus imperfecciones.
Como se complementan con las mías.
Como nuestras risas resuenan con mas fuerza...
Antes de que sea demasiado tarde.
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