5 de junio de 2017

Nada nunca.

Dulce niño dulce,
¿acaso te aburrió el amor?.
Te encuentro escondido en el rincón
y veo un reflejo de mi alma.
Que forma tan agraciada
de caer ante el destino.

¿Acaso recordás el momento
en que se cruzó tan sabroso capricho?.
Tal vez fue iniciado
ante tu perspectiva
en contrapicado,
como si se engrandeciera mi figura
y te refugiaras bajo su sombra.

¿Fue demasiado real cuando
nos encontramos a la misma altura?.
Elijo no creer en todo lo dicho
por razones no tan absurdas
y sin embargo se que pude ver
un pequeño atisbo de tu dulzura,
opacada por tu miedo
y tu pequeña locura.

No me arrepiento de las ingenuidades
y ciertamente no sueño mas con tu silueta,
pero mi memoria siempre fue buena
y esa es mi gran condena.

Nada nunca será suficiente y
con la nada nunca hay competencia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario