16 de diciembre de 2013

SDLV

A esta altura del año nada tiene sentido o todo lo tiene. Es así.
La gente se pone re sensible, y yo me pongo como básicamente estuve transitando todo el año, una intermitencia de sonrisas y lagrimas. Ademas de ser un manojo de ansiedad y nervios, de sufrir el síndrome de las vacaciones y de soñar cosas que no me permiten pensar como un humano normal en estado de vigilia.


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