18 de noviembre de 2011

No le pidas peras al olmo.

A veces nos sentimos mal porque que estamos solos, solo porque no hay nadie que sienta lo que sentimos, que se ponga en nuestros zapatos.
A veces nos sentimos bien porque coincidimos con alguien sobre un sentimiento... y estas, en parte, acompañado.

Después de un tiempo me di cuenta que no puedo culparlos, ellos no tienen la culpa de ser como son, como yo tampoco la poseo. Simplemente no puedo pedirles peras al olmo, no puedo pedirles a dos personas de cuarenta y pico de años que se pongan en el lugar de una adolescente de 17, no puedo pedirles que me entiendan cada vez que hablo sola y hago comentarios sobre música... no puedo, porque por mas de que lo intente, nada va a cambiar. 
Y duele... duele el darse cuenta de que lo mas probable es que no compartas mas que la sangre con ellos.

Yo solo quiero que ellos se sientan orgullosos de mi, de la personas que soy, de las cosas que hago... 

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