Y se supone que iba a ser un excelente día, donde todo estaba fríamente calculado... viajar, llegar, ubicarse, y presenciar el show de una de las bandas que mas escuche durante este año, pero no fue así:
La historia del peor mejor día de nuestras vida comienza aproximadamente a las tres y veinte horas en el peaje de zarate cuando el colectivo en que iba se paro. Las primeras horas fueron bastante "positivas", la mayoría de nosotros se limitaba a hacer comentarios boludos/graciosos y a reírnos en grupo. Pero con el correr del tiempo el aburrimiento y la histeria masiva empezaron a crecer, debido a que el festival ya había empezado y nosotros seguíamos tirados en el pasto, entre dos rutas, sin nada mejor que hacer que esperar, esperar, esperar...
Y así cuando todo había llegado a su punto máximo, convirtiéndose en una mezcla de tristeza, bronca, indignación (el coordinador se comió una patada y muchas puteadas), un colectivo apareció seis horas mas tarde para dejarnos a cuatro cuadras del predio, en medio de los bosques de palermo, corriendo entre todos los travestís y prostitutas, que nos gritaban cosas.
Mis pulmones no daban mas, la entrada del campo parecía estar ubicada a años luz, y justo en el momento menos oportuno empezó a sonar la canción someday. No puedo explicar como fue que no me desmalle de la falta de aire pero algo me motivo, y eran los sonidos cada vez mas fuertes que me llamaban a ingresar al predio.
Lamentablemente ocho fueron los temas que no logre escuchar esa noche, gracias a una serie de hechos desafortunados, mala suerte e incompetencia de parte de la empresa que habíamos contratado. Entre ellos se encontraba uno de mis favoritos (con el que abrieron), pero lo poco que estuve ahí fue maravilloso, cante, salte y grite al ritmo de aquellas canciones.
Y este es un breve resumen del maravilloso (sarcásticamente hablando) viernes que viví, de las cosas que me perdí, del día perfecto que no fue.
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