La inocencia se va mientras las alas sangran para abrir la jaula. Cada pluma blanca cae por el peso de cada condena. Insignificante atribuciones, que declaro falsas. Se tiñen de negro mientras sanan. Entonces se cruza de brazos porque gana la impotencia. Solo la vieja paciencia podrá ayudarle en la larga espera a la libertad.
La eterna niña ya no es eterna.
Encendamos una vela por ella.
Tenia razón, tal vez uno hubiera sido un numero perfecto, pero ya era demasiado tarde.
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