No hay mal que por bien no venga.

Odio dar las cosas por sentado. Siempre que hago una afirmación todo termina yéndose a la... bueno ustedes entienden. Pero acá estoy como una tarada sonriendo por cosas que ameritan agarrar un tramontina y... bueno estoy citando las boludeces que dicen mis amigos diariamente. 

¡Stop!, hablemos enserio. No pienso olvidarme de nada que haya vivido desde que tengo consciencia adolescente, hasta hoy 27 de febrero, porque todo, absolutamente todo, enriquese mi cerebro con experiencias que me van a servir para mas adelante y ayer me di cuenta de que tengo lo suficiente para mantenerme con los pies en la tierra por un tiempito mas.

Lo dicho esta dicho, y lo hecho esta hecho, no pienso caminar para atrás y retractarme de mis palabras. Me esperan senderos que reccorrer y gente que todavía no se cruzo en mi camino.

Y vuelvo a repetir, el futuro es tan incierto, que por mas miedo que nos de, puede sorprendernos cuando menos lo esperemos.