Últimamente

Escribir es mi única herramienta para mantenerme cuerda. Eso es parcialmente una mentira. 

Escribir es una de mis formas de procesar el mundo en el vivimos, de a poco, despacio, a las velocidades que yo misma me permita.

A veces siento cierto apuro en el echo de crear arte y ciertamente me olvido de que casualmente, sigo siendo yo la que autoexige demasiado en cada ambito de mi vida.

En el recuento de mis días, de mis virtudes, defectos, de mis procesos y mis progresos.

Soy todo lo que soy y soy mejor que aquella que fui ayer.

Terminé un año impar super confundida y sin confiar en mis propias decisiones. Pero son aquellos errores los que me conectan y me conciben en estos nuevos aprendizajes. Dolosoros, extraños e inversos.

Puedo contar historias sobre amistades, corazones rotos, descontento, salud mental, desencuentro, fortunas y arte. Puede enseñarte que tal vez hay un velo que nada oculta, sino que descata con gracia cada cosa que vale la pena observar, bajo una luz natural y resalta la belleza de todo lo que brilla en esta existencia.

No dejen de creer que todo puede ser mejor.