21 de mayo de 2020

Nobody

¿Dónde están las luces cuando es mi momento de brillar?
La llave se ha perdido con el tiempo y nadie parece notar la ausencia de este brillo. De sus ojos se ha ido, suavemente discreto y su rastro se ha borrado por lugares donde otros transitan a pasos más firmes. 
La evidencia de una mitología personal caracterizada por la constante busqueda de belleza se ve aplacada entre escritos vacios. 
La costumbre es un arma peligrosa para aquellos que decidirieron seguir su propio ritmo. Más natural y manso que cualquier mandato prestablecido. Más doloroso cuando el don de poder observar la realidad con los ojos bien abiertos viene acompañado de miedos, tristezas y soledades; que se instalan en la comodidad alimentandose de sabrosos sentimientos.
Un manto nos recubre de sueños y de ideas, mientras el mundo duerme otros lavan sus heridas, incluso cuando se hacen mas grandes con el paso de los años. 

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