29 de septiembre de 2019

Rise

Cuando no escribo siento que las palabras me comiezan a irritar, la piel, los pulmones, la mente y el alma.
Las últimas semanas de septiembre se llevaron mis ganas y mi astucia. Me derribaron en el presente y me ahogaron en futuros inexistentes.
Tanto así, que me olvido de lo fuerte que soy.
Pero esta más que bien, ¿no?
Sin pecar de caer en una suerte de conformismo, pero moldeando lo que la vida te echa, así por partes que muchas veces no encajan muy bien del todo, se mira siempre en dirección al futuro.

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