19 de febrero de 2016

Burbujas

En la redundancia de una rutina demasiado típica, en el luto por tanto tiempo perdido, en la alienación de nuestras almas.
Al final de todo eso, hay un vos, hay un yo y hay un nosotros.
El mejor consuelo ante tanta vida no vivida. El mejor descubrimiento entre tanta gente vacía, desagradecida y superficial.
Un mundo compartido donde los de afuera no existen. Y aunque sean conscientes de este y puedan estar en desacuerdo, sus voces son absurdos sonidos que no pueden lastimar ni al oído mas delicado.
Ni al corazón mas blando.

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