24 de diciembre de 2014

Finales de año y otros 'que se yo'.

Hoy vengo a hablar sin delirios de poeta, porque, de vez en cuando necesito hablar a través de este medio de la siguiente manera. Como si un oído ajeno me escuchara y eso calmara lo común de vivir en esta ciudad.
Me e estado sintiendo mareada y todavía no comprendo si es culpa de las fiestas de la época, si son los días que corren para volver a un numero impar en el calendario, o si es porque mentí y agregue diez meses de un trabajo simple en mi curricular solo para tener otro trabajo simple, por decirlo de la manera mas dulce.
Es que realmente no siento angustia porque se termine este año. Simplemente tengo la cabeza atrapada en un futuro de aspiraciones y decisiones, algunas importantes y otras mediocres. Todos tenemos planes brillantes para este dosmil quince o tal vez los mismos planes banales de siempre en esta ciudad tan cotidiana. Nada brilla mas en rosario que el pasaje de colectivo caro y la poca pasión de su gente... bueno tal vez no exactamente su pasión, si no su tranquilidad. Somos la ciudad menos cosmopolita en el país menos cosmopolita. Somos granjeros de pueblo grande, de país agrario, de costumbres extranjeras y tal vez de gente trabajadora (ponele). Soja eres y en soja te convertirás.
Y tal vez todo este mareo sea dado porque querer correr entre tantas cosas que hacer, entre tanto que decidir y a su vez no avanzar en nada.
Solo se que el otro dia senti una mala vibra y ahora no puedo dejar de sentirme mareada pero no exactamente triste.
Quien me entiende.


La chica del siglo XX

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