Dejamos de apagar nuestros sentidos para atravesar el universo, y para juntos pasar a través de este 2012, flotando sobre la linea recta de lo que no fue y nunca sera.
Deje a este año ser, sin cuestionar ni tomar muchas grandes decisiones. La apatía se apodero de mi, la rutina también. Comencé el año en la ciudad fantasma y lo termine a las corridas. Febrero paso y el verano concluyo dejando atrás a la inocencia y a un par de lagrimas sin sentido. En los meses contiguos empece cosas que nunca termine, pase mis dieciocho abriles, viví la rutina a la perfección y seguí el día a día con la mirada puesta en el futuro. La siguiente mitad de el año fue un poco mas sombría y oscura, la sangre compartida se volvió mas inestable, me descarrile por un momento de descontento mental y preferí dejar todo lo que había planificado a cambio de hacer algo que de verdad me guste.
Pero no todo es tan negativo o monótono como parece. Si hay algo que intento vislumbrar, es todo lo que soy y quiero ser para el año que viene. Quiero comprometerme a participar de la vida y no dejar que el tiempo pase mientras estoy en mi zona de comodidad. Siento que ahora todo lo puedo, y que todo aquello que me viene atormentando desde los catorce años desapareció dejando solo un par de migas que barrer.
Dejo atrás a todos aquellos que esparcen su veneno, me desligo de lo que fluye en mis venas porque me canse de intentarlo, me arriesgo, pero pretendo hacerlo de forma responsable.
A través de un universo, te despido temprano. Aquellos años que no son de un color de rosas, son un mal innecesario.
I ain't wasting no more time.
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