Del contacto con lo nuevo, la pereza,
de la soledad que siempre acompaña,
de la desdichada realidad de afirmar,
que nos merecemos tan poco. A veces.
Siempre, todo el tiempo.
Nunca.
Inevitable fuerza de la naturaleza
en ambitos que no liman aspereza.
¿Cuál es el hábito que nos levanta
un poquito de este suelo?
En cercanía a la ligereza.
Gravedad y humedad.
Oscuridad y verdad,
que ilumina,
que culmina
estrellando esta linea de pensamientos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario