Fue vestida de blanco a su funeral
la muerte se desahoga en el discurso
uno de los dos muertos se levanta
para retirarse gentilmente
del establecimiento
Siempre llora
al finalizar la historia
como si la tragedia fuera
en su propia esencia
su propia desgracia
Se siente ajeno estar del otro lado
luego de rearmar las piezas
con espacios que rellenos
completan grietas en
inviernos donde mueren los otros
Abriendo cartas
de muchachos ingratos
que dictan sensatos:
"siempre sera primavera para nosotros"
La realidad aúlla ante tal ofensa
de un simple deseo pero
ni impávida, ni absurda contempla
futuros veranos para olvidarnos de los daños
Fue vestida de negro a su propia boda
el silencio se ahoga en un suspiro
una vieja versión de uno mismo
se levanta para retirarse
improvisadamente
del establecimiento
Siempre llegara el otoño para encontrarnos
otra vez con nosotros mismos
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