Me agrada volar arriba de las mismas tierras. Salir de la jaula para volver a ella y esperar encontrar siempre alimento. Que su habitante nunca se canse de mi canto. Que se maraville al verme volar.
Siempre, como la primera vez.
Ojala nunca encuentre la puerta abierta, el plato vació, la mente en blanco.
Ojala nunca me quede sin tierra para aterrizar.
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