de comprender tanta violencia naturalizada.
¿Hay algo que espanta hasta el alma más dormida
o es solo otro tortuoso producto de la imaginación?
Se prende fuego el pensamiento, que suplica y ruega
por un mundo mas suave al tacto, menos perverso,
menos sinceramente adverso. Estoy a otro verso,
de dejar de pedir deseos en voz alta.
Hay algo en la automatización que permite el perdón.
Hay algo en la insistencia que solo condena, hasta la sutilidad mas obvia.
No existe acto sin repercusión y esa es la mejor propuesta.
Nacidos y criados, entre causas y consecuencias.
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