Es la pausa que reverbera la nostalgia estacional, reflejando
la volatilidad de lo absurdo. Otra calle, otro día, otro mundo.
Fuera de si, fuera de mi, dentro de todo lo que oculto.
Como un tesoro que resguardo, el nunca sorprenderme,
atada a este mundo de palabras deshabitadas.
No soy el vacío que alguna vez me consumió.
Un fragmento, un momento, un segundo,
de mi vida no me representa.
Soy mucho más que ese espejismo que no calma la sed,
ante tanta sequía.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario