Elegir estar consciente de los infimos detalles de la existencia humana es tambien darse cuenta que el mundo es un lugar solitario y en mayor o menor escala cada uno es dueño de sus problemas.
Nunca le temi a la soledad, la abrazo como esa vieja amiga que cada tanto me visita, con su cálida presencia. Nunca le temi a la empatía y la práctique como si no hubiera un maldito mañana.
Pero como nos cuesta saber cuando parar.
Mañana será un nuevo día
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