Se que pensás y se que sabés que me importa.
Bueno, pero pues claro que tenés toda la razón.
¿Acaso esperabas que conteste lo contrario?
No me da vergüenza abrazar mi naturaleza.
Ni esconder el placer de lamer esta herida
a fin de que cicatrice mucho más rápido.
¿Por qué si visto de negro, soy la persona más colorida de esta habitación?
Se que deje que bebieran mis verdades
cual alimento contra las adversidades.
Se que pense que era lo unico que tenia para darles.
Un poco de rubor y de inocencia.
Cansada de dormir la vida. Se me acabó la paciencia.
No es grande la hazaña, aunque ingrese la ponzoña.
Se que pensás y que crees que ya no me importa.
Tal vez hoy no hay veneno que no haya probado.